En esta ocasión desarrollamos una auditoría energética, la cual nos sirve para conocer y evaluar las condiciones del bloque y sus necesidades energéticas.

En un primer acercamiento, se aborda de manera colectiva entre la comunidad y el equipo técnico, el enfoque de la edificación. Además, se explica cómo se realiza y cuáles son las posibles mejoras que se pueden introducir a raíz de esta actividad.

Tras ello, pasamos a la práctica participada donde, la comunidad junto con el asesoramiento del equipo técnico, analizamos dos edificios: uno residencial privado y uno público (asociación de vecinos).

Para la realización de la actividad usamos equipos de medición como el anemómetro de alta precisión, el termómetro infrarrojo y la cámara termográfica, cuyos datos se registran para posteriormente poder sacar conclusiones del análisis colectivo y usar datos para realizar una simulación informática.

En esta actividad también se recogen ya analizan datos sobre las distintas soluciones constructivas de distintos edificios. Estos datos nos servirán posteriormente para introducirlos en los programas de simulación. Con la cámara termográfica analizamos puentes térmicos y comparamos soluciones constructivas que han sido objetivo de mejoras en la eficiencia energética con otras que no (por ejemplo, cambios de ventanas, aislamientos térmicos, etc).